La exposición fue coordinada por el artista y también participante, Ismael Olivares, quien cuenta con veinte años de trayectoria en este campo. Olivares comentó que “el tatuaje es el oficio que he adoptado como forma de vida”.

La propuesta de los expositores sigue un estilo temático que busca resurgir identidades que nos forman pero que hemos olvidado u ocultado, porque “siempre han existido personas que desean tatuarse algo que represente la cultura a la que pertenecen”.

La técnica es fundamental para crecer en esta profesión; por ello, cuando se domina la técnica, se puede proponer un concepto artístico o una propuesta personal. Esto es lo que encontramos en la exposición.

A través del trabajo de 12 artistas, se presentan técnicas, formas y conceptos diversos que sintonizan con su propia obra, invitando al público a un reconocimiento de México a través de la tinta.

La exposición está compuesta por 27 piezas que, por un lado, refieren a la mitología mexicana, explorando dioses mediante tinta china o acrílico; por otro lado representan la lotería mexicana y la Llorona, sin dejar atrás la cultura náhuatl..